domingo

El mito del crecimiento

Por Gabriel Boragina ©

El gobierno argentino habla repetida e incasablemente del supuesto "crecimiento" que como "logro" se habría obtenido durante la presente gestión. Lamentablemente, muchos autores, periodistas y hasta economistas, parecen creerle. Los mas críticos admiten tal fantasmal crecimiento pero agregan otros aspectos que serían más importantes y desfavorables a la gestión de gobierno.

Nosotros negamos tal falacia del crecimiento; para justificar esta aserción lapidante podríamos dar muchas explicaciones técnico económicas, estadísticas teóricas y prácticas; pero la idea en el estrecho margen de esta breve nota, no es que el lector tenga que hacer un curso completo de economía para poder entendernos, sino que, mediante el mas sencillo expediente del uso de la razón, le permita ver porque motivos no ha existido el crecimiento que el gobierno dice haber "logrado".

Cabe primero preguntarse ¿de qué tipo de "crecimiento" se habla?. Las cosas no son tan simples como parecen, porque existen muchas clases de crecimiento. Para comenzar, digamos que en economía, manejamos dos grandes magnitudes de crecimiento, a saber: el crecimiento absoluto y el crecimiento relativo.

Una comunidad, país, región, lugar, etc. , es próspero y floreciente, cuando ha habido un sostenido crecimiento absoluto de la economía. No es el caso argentino, donde solo encontramos un importante crecimiento relativo. ¿Y que es un crecimiento relativo? Básicamente, se habla de crecimiento relativo –en economía- cuando algunos sectores, o personas crecen a costa de otros, lo que en otras palabras, implica a decir, que en el crecimiento relativo, algunos crecen porque otros decrecen y viceversa. Este es, sin duda, el caso argentino. Pudo haber un crecimiento sostenido, pero al ser RELATIVO, sus efectos no solo no han alcanzado al conjunto de la población, sino que han beneficiado a unos en perjuicio de los demás. Afirmar que esto es un "logro" político, -como lo dicen los afectos al gobierno- es una aseveración aventurada y -para mi- enteramente disparatada.

En este periodo, hubo crecimiento relativo, pero no absoluto. Muy bien. Ahora el lector querrá saber en que consiste el crecimiento ABSOLUTO, y se lo diremos, simplemente, en lo contrario al relativo, es su inversa directa, ¿sencillo verdad? Claro que si! Como todo aquello que implique el uso racional de las palabras, de allí que advertí al lector al comenzar, que tan solo utilizando la razón podría por si mismo desentrañar lo que íbamos a explicarle. Pero le diremos mas aun. Veamos mas de cerca al crecimiento absoluto.

Suele confundirse el crecimiento ABSOLUTO con el crecimiento igualitario y esta confusión es incurrir en un grave error. Para entender la diferencia, será necesario percatarse, comprender y aceptar, que ni en la naturaleza, ni en la vida, ni en relaciones sociales, nunca existió, no existe, ni existirá jamás, nada parecido a algo "igualitario". Lo "igualitario", es una completa entelequia, una enorme falacia, un gran embuste histórico, filosófico, político e incluso, económico. Ninguna de las medidas políticas históricas, desde el comienzo de los tiempos hasta el presente, logró jamás la igualdad económica (ni ninguna otra, pero ahora estamos hablando de economía y nos circunscribiremos a esta cuestión).

El tema del crecimiento se entiende mejor con un ejemplo sencillo. Supongamos (para simplificar) que hay un país con dos personas P1 y P2. En el momento 1 (M1), los ingresos de P1 y P2 son respectivamente $ 100 y $ 120, en el momento 2 (M2), los ingresos de ambos pasan a ser respectivamente $ 120 y $ 150.

Este es un claro ejemplo de lo que en economía llamamos crecimiento ABSOLUTO (por favor ¡no confundir con igualitario!) ambas personas han crecido en términos absolutos (pero no igualitarios) han mejorado sus ingresos y patrimonios con relación al momento 1.

Veamos ahora un ejemplo de crecimiento relativo (como el que tuvo Argentina en este periodo). Volvamos a nuestros dos pobladores P1 y P2, que ahora pasarán a ser dos argentinos cualesquiera. Habíamos dicho que en M1 sus ingresos y/o patrimonios, fueron de $ 100 y $ 120, respectivamente; en un esquema de crecimiento relativo en M2 los ingresos de P1 y P2 serán -por ejemplo- de $ 90 y $ 180 respectivamente. Exacto, P2 ha crecido en forma inversamente proporcional al decrecimiento de P1, en este caso, la relación es inversa y no directa, otra de las enormes diferencias entre ambos tipos de crecimiento, relativo y absoluto.

Ahora bien, si transmutamos los valores P1 y P2 por los diferentes grupos de argentinos (por ejemplo, podemos llamar P1 a los obreros, P2: empresarios, p3: docentes, p4: burócratas, p5: militares, p6: sindicalistas, p7....etc.) y a los $ 100 y $ 120 originales (y a sus variaciones) les ponemos a la derecha todos los ceros que nos agraden, tendremos una exacta representación de lo que ocurre en cualquier parte del mundo en materia económica, incluso, claro está, también en la Argentina.

Ahora es fácil entender porque, en la Argentina el "crecimiento" del que tanto se habla, fue relativo y no absoluto, porque solo benefició a unos pocos, a costa del resto de los argentinos. Puede decirse mucho mas en abono a esta explicación -forzosamente breve y sencilla por el medio al cual va destinado-, incluso, como les decía al principio, puedo argumentar más y mejor todo esto, con abundantes términos técnicos y complejas fórmulas matemáticas, cuadros estadísticos, matrices, etc. Pero creo que lo aquí dicho es lo suficientemente claro y representativo como para que los amigos lectores y lectoras, no se dejen engañar por el discurso mentiroso de un gobierno que carece de cualquier clase de catadura moral.

Los crecimientos relativos son obtenidos por la mayoría de los países del mundo por razones muy diversas y que la mayor parte de las veces tienen que ver con el grado de libertad que tenga la economía del lugar donde se lo analice. La experiencia permite advertir que, a mayor libertad económica mayor crecimiento absoluto. A menor libertad económica mayor crecimiento relativo. El ideal, la meta de toda persona de bien, es apuntar al crecimiento ABSOLUTO y desechar el relativo, porque el crecimiento relativo, implica –siempre- una injusta distribución de riqueza y mayores niveles de pobreza. En las economías libres, llamadas generalmente economías de mercado, el crecimiento económico siempre es absoluto, es decir, beneficia al conjunto.

Este no ha sido el caso argentino -en modo alguno- durante el último periodo presidencial. Lo que asusta (y mucho, y cada vez mas) es que el gobierno siga insistiendo en lo contrario, cuando todos los indicadores económicos y la realidad objetiva misma, más evidente, se lo niegan en forma terminante. Y es mucho más pavoroso todavía que pretendan seguir en el poder –si bien con recambio de candidatos- machacando en este modelo de pobreza y marginación (crecimiento relativo) donde unos pocos crecen a costa del decrecimiento de la mayoría. Esperamos y rogamos a Dios que no les permita continuar hambreando al pueblo argentino.

1 comentario:

Irwin España dijo...

en que puede influir el crecimiento relativo y absoluto en el PIB